Una sonda espacial es un dispositivo
artificial que se envía al espacio con el fin de estudiar cuerpos de nuestro
Sistema Solar, tales como planetas, satélites, asteroides o cometas.
Las sondas espaciales se suelen denominar
también satélites artificiales, si bien, estrictamente hablando, una sonda se
diferencia de un satélite en que no establece una órbita alrededor de un objeto
(ya sea la Tierra o el Sol), sino que se lanza hacia un objeto concreto, o bien
termina con una ruta de escape hacia el exterior del sistema solar.
Todas las sondas se montan sobre una
estructura del soporte a la que se deben incorporar al menos estos tres
sistemas:
Sistema energético: habitualmente
Baterías y Paneles solares para proveer de electricidad a los sistemas, aunque
también pueden incorporar fuentes radiactivas de energía.
Instrumental de observación, tales como
cámaras fotográficas, o analizadores de espectro.
Equipos de comunicación, consistente en
diversos tipos de antenas para transmitir la información recolectada de vuelta
a la Tierra.
Además, las sondas pueden incorporar:
motores para efectuar maniobras, tanques de combustible, protecciones térmicas
para evitar el congelamiento de la sonda, o transportar las sondas menores independientes.
A veces incluso han portado contenedores de información sobre nuestro planeta
si eventualmente fuesen recogidas por una civilización alienígena.
El peso total de las sondas suele ser de
varios cientos de kilos, aunque no es frecuente que superen la tonelada, debido
a la limitación actual de nuestros cohetes para sacar de la órbita terrestre
mayores pesos. No obstante, en 1997 se lanzó la sonda Cassini-Huygens con un
peso total de 5.600 kg, incluyendo unos 3.100 kg de combustible. Las dimensiones
típicas de las sondas oscilan entre 2 y 5 metros, aunque una vez en el espacio
suelen desplegar antenas o paneles fotovoltaicos de mayores dimensiones.
Sondas construidas
En la actualidad existen 5 sondas en ruta
hacia las afueras del sistema solar. La más alejada es la Voyager 1, que ya ha
abandonado el sistema y se encuentra unas 3 veces más lejos que Plutón. La
sonda más reciente dirigida hacia los confines de la galaxia es la New
Horizons, camino de Plutón. Se está experimentando con nuevos sistemas de
propulsión que permitan a estos ingenios alcanzar mayores velocidades: las dos
tecnologías más desarrolladas son la propulsión iónica, ya probado en las
sondas Smart 1,Deep Space 1 y Dawn, entre otras, y la tecnología de vela solar,
que se intentó poner a prueba en 2001 con la sonda Cosmos 1, aunque debido a un
fallo técnico en el cohete de lanzamiento no logró alcanzar la órbita.
Historia de las sondas espaciales
La historia de las sondas especiales se
inició con los sucesivos modelos enviados al espacio por Estados Unidos y la
Unión Soviética. La primera sonda espacial fue la soviética Lunik 2, que
alcanzó la Luna en 1959. Tres años después, la Ranger 4 se convertía en la
primera sonda estadounidense en alcanzar la Luna. Desde entonces, la sucesión
de sondas al espacio ha sido continua.
La primera sonda interplanetaria fue la
Mariner 2, de Estados Unidos, que sobrevoló Venus en 1962. Por su parte, la
sonda rusa Venera 7 aterrizaba en este tórrido planeta en 1970. También Marte,
Júpiter, Saturno, Mercurio, Urano y Neptuno han sido ya objetivos de sondas
espaciales como las Marsnik, las Mariner, las Viking, las Pioneer o las
Voyager.
Aunque durante décadas las sondas
estadounidenses y rusas han predominado en el espacio, otros países ya han
entrado a formar parte de la exploración espacial. Japón, China, Australia o la
Agencia Espacial Europea (ESA), ya cuentan con varios proyectos en marcha. Es
el caso de la sonda espacial Rosetta, lanzada por la ESA en marzo de 2004 para
encontrarse con el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en 2014. El mayor hito
alcanzado hasta ahora por una sonda espacial lo ostenta la Voyager 1, que en
septiembre de 2013 abandonó el Sistema Solar.
(http://www.astromia.com/historia/iss.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Sonda_espacial)
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